Termina un fin de semana turbulento; me han dado guerra mis propios barullos, ésos que en el último mes han pretendido someterme a sus alocados caprichos, a cambios anímicos de toda ralea y, de paso, arrebatarme el entendimiento. He hecho lo imposible por disfrutar de estos días, por estrujar cada instante, por luchar contra la apatía y el decaimiento… Algo he logrado, pero las metas que me había fijado, muy sencillas y poco ambiciosas, han resultado inalcanzables. No aspiraba sino a recoger un poco, a leer, a dar un paseo y un poquito de todo he hecho, pero con gran esfuerzo, tratando de robar al desánimo algo de terreno. Sin embargo, el sábado al anochecer los ojos me ardían como llamas. Eran la ansiedad, la zozobra y quizá también el deseo de una vida más ordenada que no consigo por no intentarlo con suficiente audacia o por estas hormonas que me vapulean y a las que quiero encarar con elegancia. En unas semanas han dado al traste con mi vida, con aquel desorden que tanto me costó construir y por el que tuve que batallar hasta con el mismísimo diablo. Hoy supe que las medidas serían más contundentes: aunque el cuerpo anduviera destemplado, decidí zambullirme en las gélidas aguas de una piscina municipal, con camiseta de surfista sobre el bañador, y nadar hasta el desfallecimiento. Al principio costó, por la falta de práctica, los brazos no me respondían, pero pasados siete minutos ya no sentía sino un inmenso placer. Canturreé en la ducha y disfrute de cada gesto, un placer que esta casa me niega pues, a cuenta de las bajas temperaturas, el aseo diario es apresurado a fin de no perder el aliento entre esos azulejos de los que tan pronto vienen las heladas, el frío se enseñorea ¡Ay, qué vida ésta!
P.D.: Una amiga diseñadora que trabajó en el equipo de Carolina Herrera ha abierto hace poco tienda en Madrid. Ella y su tienda se llaman Lilian Covian. Todo lo que allí se vende sale de su mente y de sus manos y a una, si le apetece, le hacen diseños a la medida. Los precios son muy buenos y ella es un verdadero encanto. Si os pasáis, decidle que vais de mi parte. Está en Don Ramón de la Cruz nº14 bajo C, en Las Tiendas del Pasillo. Metro Serrano.