Amanezco con tanto frío que permanezco dos horas en la cama arrebujada entre las sábanas y los malos pensamientos que anoche se enroscaron en el escaso juicio que me va quedando. Me levanto, desayuno, hago unas llamadas y mientras la mañana se va de las manos sin haberla saboreado, aunque desde muy temprano los rayos irrumpieran en mi dormitorio, por entre las rendijas de la puerta, como un resplandor que llamara a seguir su rastro. El cuerpo me pedía regresar a la cama: cansada y con el ánimo por los suelos, no hallaba el modo de afrontar el día. Persistí, pese a todo, en este caos mío al lado de mi inseparable catalítica, sin cuya compañía sucumbiría y con la que llevo un buen rato bregando sin éxito o más bien con ese ruin cabezal que debería adaptarse como un guante a la bombona de butano. Pese a todo, me di un pequeño paseo que me reanimó y luego una larga e inesperada conversación telefónica ha hermoseado el resto de la jornada. Es bueno conectar con otras almas, muy bueno; resulta, además, más fácil verse a través del otro. Es bueno expresar en voz alta los anhelos, aunque sean disparatados, para no perderlos pues a veces los dislates son la sal de la vida y de ellos pueden salir frutos sabrosos y abundantes. Es bueno llorar en compañía para que las lágrimas sepan mejor; una buena llorera limpia por dentro y se lleva angustias que lastran y pesan. Hay pesares, pero no quiero que me arrebaten el entusiasmo, que últimamente se ausenta demasiado, ni me afeen el horizonte, que hoy lucía más aseado que nunca por el sol y por el frío. Pareciera que los campos fueran ajenos a las temperaturas: radiantes, serenos y mullidos, aunque cobijen áspera tierra; los contornos eran más nítidos pero también más suaves, para que pudiera acomodar en ellos las zozobras. Estoy cansada y dolorida, pero contenta de terminar el día con un semblante risueño, sin miedos y con un puñado más de sueños.
21 enero 2013 a las 22:58 |
…esa banda no deja de sonar en casa y en el coche Zambu… hasta mis hijas se saben la letra en la verisión en castellano. Yo esperaba más fuerza en las canciones de la película … ya se que «rodaban con voz en directo» pero eso es para los musicales si los cantantes son buenos …en cambio en cine como que todo es «engaño» no me hubiera importado que la «banda» fuera de estudio.
Besos!!
23 enero 2013 a las 20:19 |
Para mí es más un musical que una película. Es una cuestión de gustos.
21 enero 2013 a las 23:00 |
Atravesando el dolor, encuentras la Belleza. Siempre bellas palabras.
Me gusta leerte risueña.
Besos.
23 enero 2013 a las 20:19 |
Parece que no logro esquivar a la belleza 😉 Gracias, Bypils.
22 enero 2013 a las 1:33 |
OLE! MI NIÑA ASI ME GUSTA QUE AL FINAL SONRIAS ANTE LATIERRA QUE TE MIRA Y TE CONSUELA, ADELANTE, IN ABRAZO
23 enero 2013 a las 20:20 |
ESTA TIERRA MÍA ES MUY HERMOSA Y ESO TAMBIÉN AYUDA. 🙂
22 enero 2013 a las 3:36 |
¡Precioso! El cuadro es una maravilla y la música no se queda atrás.
23 enero 2013 a las 20:21 |
Tenía guardado el cuadro desde hace tiempo esperando la ocasión propicia. Me alegra que te haya gustado. Gracias, mara.
22 enero 2013 a las 6:18 |
Y si quieres llorar, reír, vibrar…aquí estamos….Un gran beso
23 enero 2013 a las 20:21 |
Gracias, Winnie.
22 enero 2013 a las 9:19 |
La mayoría de las veces el llanto es amor derretido: pena, dolor, sufrimiento: abundancia o escasez de éste. No es malo que se renueve de vez en cuando.
23 enero 2013 a las 20:22 |
Me gusta eso de amor derretido, Fran; ¡precioso! Sé bienvenido a este espacio mío.
22 enero 2013 a las 12:01 |
Me alegro de que tengas con quién compartir alegrías y tristezas. Un beso.
23 enero 2013 a las 20:22 |
Es una suerte, una bendición. Gracias, Susana.
22 enero 2013 a las 12:28 |
Me alegra tu semblante risueño… aunque la bombona haya convertido en difícil esa tarea de doblegar su sombrero.
Además, tienes más sueños… y eso son tesoros que el día trae.
Un beso
23 enero 2013 a las 20:23 |
Al final, ya muy tarde, logré encajarla en el sombrero con la ayuda de la funda de las gafas. Cada día un sueño, un tesoro como bien dices. Gracias, Juan.
22 enero 2013 a las 12:59 |
Los sueños y las ilusiones son los que nos mantienen la sonrisa y la ilusión en el «invierno».
Un besote.
23 enero 2013 a las 20:24 |
¿Es acaso posible vivir sin sueños? Un beso, Natalia.
22 enero 2013 a las 13:13 |
Querida, no está la cosa para dar envidia, tanta cama tanta cama, y yo aquí viendo amanecer a diario, que la gente luego dice, «uy, qué bonitos los amaneceres», y un cojón, claro, cuando lo ves una vez al año y luego en cuanto amanece te echas una siesta claro que es bonito, no imaginas cuánto duele que me hurgues en la herida, «cuánto duermo, me levanté después de diez horas de sueño y me eché una siesta de cuatro», buff, manía que te estoy cogiendo que lo sepas.
Sobre el resto pues me uno al comentario de Juan, que es un tipo que de esto de expresarse sabe un rato 🙂
Besos querida mia.
23 enero 2013 a las 20:26 |
Es cierto que a veces remoloneo demasiado en la cama, pero también es cierto que paso muchas noches en vela. Compenso unos días con otros, supongo. A mí tampoco me van los amaneceres. Prefiero, con mucho, los atardeceres, son más cálidos.
Hace un año, cuando llegaba la primavera y el sol se colaba por las cristaleras, me tumbaba a eso de la una de la tarde y me echaba una minisiesta matinal; tampoco descansaba bien.
Besos, guapetón.
22 enero 2013 a las 13:59 |
Así es como hay que tomárselo, con ganas y fuerza y procurar superar esos momentos de tristeza y nostalgia. Besos
Ana
23 enero 2013 a las 20:27 |
No fue mal modo de terminar el día, la verdad. Gracias, Ana.
22 enero 2013 a las 20:46 |
Como seres sociables necesitamos del prójimo para esparcir entre arena, entre sombras, nuestras asperezas y disipar las oscuridades que nos comprimen unas veces el alma y otras veces el corazón.
A veces se podría comparar la vida con un sueño como diluyéndose la una en el otro y el otro en la una. Como la obra de Calderón de la Barca, la concepción de la vida como un sueño es muy antigua.
También,Platón decía, que el hombre vive en un mundo de sueños cautivo de ellos, y de los que sólo puede liberarse tendiendo al Bien.
Que siempre haya un alma que nos libere del peso con su conversación, con su sonrisa, con su llanto para que el peso sea más llevadero. Ahí radica la esencia de Dios en quien podemos descansar el alma.
Un abrazo Zambullida
José Ramón
23 enero 2013 a las 20:29 |
Si uno se instala en un mundo onírico y rehúsa la realidad, se pierde la vida. Si se tiende al bien y se aprovecha lo que cada día se nos regala, los sueños hacen el existir más emocionante. Gracias por pasarte, J.Ramón. Encantada de tenerte por aquí. Un abrazo.
22 enero 2013 a las 22:02 |
Precioso, Zambullida. Me alegra esa lucha por no abandonar los sueños. Un abrazo.
23 enero 2013 a las 20:30 |
Si no se lucha, se acaban desvaneciendo ¡Ni hablar!
23 enero 2013 a las 2:21 |
Solo para ti!!!
23 enero 2013 a las 20:30 |
¡¡ Gracias, Nieves !! Un abrazo.
24 enero 2013 a las 8:54 |
Conversación vivificante.. uhmmm si, belleza invernal en tus letras 🙂
24 enero 2013 a las 11:54 |
Sí, muy vivificante, aunque hoy ya ni me funcione la garganta. El invierno es bello,pero para tener calor en casa. En fin… Gracias, Inspi.
28 enero 2013 a las 18:01 |
Verbalizar lo que sentimos siempre ayuda, a quitar peso a algunas cosas, a sentirte acompañada en otras, a soltar por un momento la carga, es bueno, como llorar de vez en cuando, limpia el alma
Preciosas lineas
28 enero 2013 a las 21:42 |
Ayuda mucho, Laura, muchísimo. Uno entonces no busca consejo sólo desahogarse. Una buena llorera a tiempo también facilita las cosas. Gracias!!