100 entradas

Ayer caí en la cuenta de que llevaba ya 99 entradas publicadas; ésta es, por tanto, la número cien. Soy ya centenaria y este blog todavía  no ha cumplido tres meses, lo hará pasado mañana.  Los que me seguís sabéis que este espacio me ha dado muchos quebraderos de cabeza. El mero hecho de montarlo fue una odisea. Recuerdo mi desesperación inicial: no era capaz de organizar mis entradas por categorías ( no lo logré hasta enero), de insertar fotos ni vídeos ni nada de nada. Cada vez que pasaba por el foro de WordPress, me entraban sudores, porque las explicaciones que me daban me generaban más y más interrogantes y , pese a mis numerosas dudas, me abstuve durante una buena temporada de expresarlas en la página de soporte para ahorrarme sofocos. Ni siquiera sabía lo que era un «post» o «postear» y mucho menos un «widget», un «pingback» o un «trackback». Los moderadores me ayudaron mucho, pero quien siempre acudió en mi auxilio, cuando más lo necesitaba, cuando me sentía atrapada entre tanta oscuridad, fue PLPLE. Aparecía, de pronto, en su caballo blanco para rescatarme de las garras de la temible tecnología, siempre dispuesta a engullirme,  y de su léxico endiablado. Cuando logré, más o menos, domeñar la técnica aparecieron otro  tipo de dudas. El blog, lejos de ayudarme, estaba empezando a desbordarme. Escribía lo mismo, pero ya no eran un puñado de amiguetes los que me leían. El número de visitas a este espacio había aumentado de tal  manera que me bloqueé y me sentí incapaz de seguir, pero, al tiempo, no podía dejar de escribir en él, ni aun proponiéndomelo. Decidí publicar entradas en días alternos; no pude cumplirlo: necesitaba,  y sigo necesitanto, escribir. Me preocupaba mi obra literaria. Al principio, compaginaba mi escritura habitual con el blog, pero hubo un momento en el que ya no pude hacerlo. Gracias a Dios, conseguí terminar mi novela, mi principal preocupación, y liberarme un poco. Ya no considero que  escribir aquí sea una pérdida de tiempo y si, por el momento, me impide volcarme en nuevos proyectos es porque éstos deben de  ser postpuestos. Estoy haciendo lo que me gusta sin sentirme culpable de ello. Me siento, además, acompañada. Sois estupendos. Estoy tan orgullosa de mi blog como de mis lectores. Gracias por estar ahí, me habéis cambiado la vida.