Archive for the ‘February’ Category

Felonía

15 abril 2018

Hace unos días las antiguas alumnas de mi cole crearon un grupo de Whatsapps para organizar un festejo. Según las leía, parecía que hubiesen vivido una infancia y una adolescencia distintas a la mía. Mi malestar fue creciendo sin saber yo el porqué y de pronto hoy ha estallado de tal modo que por un momento me he visto aquejada de mil dolores y angustias. En unas horas he revivido los horrores que sufrí en aquel lugar, las calumnias, infamias e injusticias de las que fui objeto sin merecerlo. Era sólo una niña, buena y aplicada, aunque también movida y charlatana a causa de mi hiperactividad. En aquellos años esos diagnósticos no se estilaban, así que sufrí lo indecible a manos de profesores y tutores que parecían disfrutar vilipendiando a una indefensa colegiala. A punto estuvieron de expulsarme por un delito que jamás cometí; lo hizo una compañera por mí, pero yo cargué con sus culpas. Creí que en algún momento me libraría de aquellas terribles embestidas que padecía yo, que admitiría su error; jamás lo hizo y jamás desvelé su delito. A fecha de hoy, sólo somos tres las que sabemos lo que de veras acaeció y sospecho que el secreto se irá con nosotras a la tumba. O quizá lo desvelara yo misma en “February”, en ese primer borrador de mis memorias que algún día verá la luz; no lo recuerdo, no he vuelto a releerlo. Pese al desconsuelo que hoy me asola, sé que en unos días volveré a ser quien erá y renaceré, como suelo, de mis cenizas. He de ordenar las emociones, procesar la información que en unas horas me ha engullido y recordarme a mí misma que no debo escapar del dolor. Pretender que no ocurrió lo que sí ocurrió es una pésima solución; cuando menos te lo esperas, el dolor te atrapa para retorcerte y dejarte sin vida. No quisiera estar en el lugar de aquellos que perpetraron semejantes felonías.

Esperas

4 diciembre 2017

Los dramas de la vida me espolean cuando permito que me arrastren los malos augurios, que se apilan cuando dejo de crear. Sin creatividad, la vida se vuelve tan áspera que todo roza y daña. Si soy fiel a mis textos, a mis proyectos o a ese manuscrito que un día abandoné, nada temeré, aun cuando tornados arrasen la humanidad. Los miedos no se asientan en un corazón traspasado por la belleza, sobrecogido por la conmoción que provoca el saberse instrumento de Altas Instancias a fin de franquear otras almas y de llevar esperanza a un mundo alicaído que sólo se aparta de su apatía para consumir de forma desenfrenada pretextando, ahora, la cercanía de las Navidades, esas fiestas tan hermosas y coloridas que ya carecen de consistencia y significado. Y en medio de este falso jolgorio hace su presencia el Adviento con su estela de serena y jubilosa espera. Hay que suavizar los engranajes del alma, pulirla y aquilatarla para que en sus resquicios halle acomodo la verdadera paz que no abandona cuando la adversidad llama a la puerta. He de acicalarme para recibir los dones que preciso, que se derramarán si estoy atenta, si busco el bien y la justicia. Por este sendero, nada se me negará y los malos ratos se convertirán en anécdotas que engordarán mis ya suculentas memorias. Espera confiada, espera dichosa, espera que también aguarda con paciencia a que yo sea capaz de creer que sólo el bien acecha.

Pasión o añoranza

1 agosto 2016

Olvidé reenviarme a mí misma mi última versión de «February», así que me encuentro con un portátil —en realidad, es mi flamante iPad—, con conexión a Internet y con la ausencia de un texto sobre el que trabajar, pese a las ganas de hacerlo. S-Eva-Marie-Saint-PAR389031La escritura es tan esclarecedora que, de faltarme, dejaría de pensar de forma ordenada pues los pensamientos se me apelotonarían hasta sumirme en un pandemónium. Es una suerte sortear obstáculos y calibrar decisiones acompañada de un teclado y de un puñadín de palabras que coloco aquí y allá, como haría con un collage, sin demasiadas cavilaciones, guiada por la intuición y por mis imperiosos deseos de liberarme de mis demonios. Andan éstos muy soliviantados y en cuanto me descuido, se amotinan. Me acorralan para hacerme temer lo peor, para inundarme con dudas y miedos, para hacerme creer que mis esfuerzos serán en vano, pues estoy condenada, según ellos, al fracaso. El luchar es ya un triunfo, aunque las metas se resistan. Si pensara en resultados, mi trabajo perdería su encanto y, sin colorido ni magia, de nada valdría ensamblar insulsos vocablos. Escribo también con imágenes que un día vislumbré, pues mis esfuerzos van más allá de la literatura. Aspiro también a adentrarme en otras artes, pues la fascinación que ejercen sobre mí es demasiado poderosa como para no prestarles atención. Voy a tientas, pero camino y sigo adelante. Lloro, pataleo, me hundo un poco en el fango y, tras el berrinche, retomo mis quehaceres como si no me hubiesen apaleado y como si el futuro de la humanidad dependiera de ello. Es lo que algunos llaman pasión, aunque para mí sea simplemente vida. De todos modos, ¿se puede vivir sin dar la vida por lo que uno anhela y añora?

El forro de mis caprichos

20 junio 2016

smith_garden2Hoy he aprendido que soy capaz de abordar más de lo que imagino y que mis miedos e inseguridades se interponen con demasiada frecuencia entre yo y mis metas. Hace apenas una semana, adquirí un iPad; creía que me venía grande, que tendría que venderlo, regalarlo o esconderlo en el interior de un armario para evitar su presencia y recordar así mi ridículo y mi derrota. Me apunté a un taller para iniciarme en el manejo del aparatito y comprobé que, sin haber empleado apenas tiempo, sabía mucho más que mi compañera de pupitre. Si he acumulado 500 páginas en un idioma extranjero, ¿cómo no voy a poder con un miserable iPad? Lo usaré para escribir, tal y como yo anhelaba, sin hacer desembolsos ni inversiones, y para muchas cosas más. Fui desde niña una aventurera que anhelaba capturar esencias y descubrir paraísos, pero soñar requiere menos bríos que vivir y quiero yo vivirlo todo, hasta mis sueños más disparatados. Mi curiosidad crece día a día y siento a menudo una sensación de hambre. Se acabó: necesito una buena indigestión de cuanto postpuse por resultar, en apariencia, extravagante, por toparme con demasiadas críticas y este nuevo cacharrito va a ser mi compañero de correrías. Como diría un castizo, me paso las opiniones ajenas por el forro de mis caprichos.

Joven, de nuevo

11 junio 2016

La noche trajo frescor y descanso y una visión de la vida más objetiva y sosegada. La fatiga cubre de negras pinceladas hasta el más luminoso de los lienzos y todo, de pronto, se oscurece y se pierde en un horizonte de sombras que engullen alientos y esperanzas. Francoise Gilot by PicassoEl calor me abruma y no hallo el modo de habituarme a él. Me condenaré a un verano de interiores para evitarme sofocos y malestares y sólo saldré cuando el sol pierda los bríos. Ingiero grandes cantidades de sal y de té helado para evitarme bajadas de tensión, pero nada palia la desazón que me provocan los ardores estivales. Podría darme de puñetazos contra la pared, pero no parece una sabia solución. Sigo, por otra parte, recolectando regalos. Hoy toca recoger mi nuevo iPad; lo haré cuando caigan las temperaturas. Ni sé si sabré manejarlo, confío en no atascarme frente a este cacharrito que codiciaba desde hace tiempo. Continúo leyendo y escribiendo en inglés y, al tiempo, barrunto otros sueños. Parece que me cuesta lanzarme a ellos, así que mañana emprenderé una cruzada para profundizar en esas habilidades artísticas que poseo y rehúyo por miedo. La escritura siempre me acompañará, pero preciso de compañeros de viaje más bullangueros; exigen éstos confianza y más comodidad, pues están agazapados por temor a los zarpazos que reciben cada vez que reclaman sus derechos. He de ver las cosas con el pensamiento y volver a ser joven de nuevo; he de hacerlo por mí y por ellos y por esas aventuras que anhelo.

«Lleva mucho tiempo llegar a ser joven.»

Picasso

Todo es posible para el que cree y confía

14 octubre 2015

Me resulta complicado ser Zambullida por falta de tiempo y también de vocablos, pues ahora sólo brotan en inglés. Apenas dos meses atrás me creía incapaz de expresarme en un idioma extranjero que conocía un poco de oídas. Y esa falta de confianza me provocó problemas oculares que no eran sino reflejo del terror que me inspiraba tan temeraria empresa. Ahora lidio con palabros que a veces ni sé cómo pronunciar. Me invento las palabras para llenar las frases y luego, ante mi asombro, compruebo que mis supuestas invenciones son certeras y precisas. 2 BensonJamás habría imaginado algo tan maravilloso. Lo malo es que sigo ideando cosas y que son aún más audaces que escribir un libro en un idioma que, pese a amar, no domino; son tan atrevidas que río sin descanso y cuando me acuesto derrengada por la escritura y por los proyectos que pergeño, la emoción se apodera de mí, como una niña la víspera de Reyes Magos. Hoy estuve en un parque recogiendo hojas de variados colores y tamaños, uno de los muchos tesoros que el día me ha regalado. Las he acomodado en cuadernos y agendas, pues aquí los libros escasean; están empacados junto al resto de mis enseres. No pude resistir la tentación de columpiarme junto a los niños, de sentir el frescor del otoño y de llenarme los calcetines de arena. Este vivir mío se me antoja cada día más apasionante; hay tantas cosas por descubrir y tantos sueños cosquilleando las entrañas que cuesta adoptar la seriedad que correspondería a una mujer de mediana edad. Todo es posible para el que cree y confía. Todo.

La perfección de la percepción

29 agosto 2015

6174dc_9be1ab5345eb4dfba8edf6d81da979d8La calima emborrona el horizonte en tanto que el paisaje se muestra alicaído, a cuenta de la aridez de los campos y de su insulso color pajizo. Alzo la vista y descubro  un inusual espectáculo de danza y magia que las nubes se sacaron de la manga, gracias a su natural pericia. Seguimos con los baños y, para repeler la gelidez del agua, me sumerjo en la piscina con camiseta de surf. He intentado sin éxito sustituir la natación por los paseos, pero no saben igual; el placer de danzar en el agua es demasiado tentador y acabo casi siempre sucumbiendo, pese a los riesgos que a mi garganta entraña. Continúo trabajando en «February»; tras los trompicones del comienzo, las páginas se acumulan sin esfuerzo. Este manuscrito me está descubriendo un nuevo yo; los recuerdos ya no dañan, sólo me hacen más sabia. Ha surgido de la nada un apasionante proyecto que, pese a mis dudas iniciales, voy a abrazar con el alma y los sentidos. Esta inusitada empresa me ha abierto los ojos de par en par; veo tales maravillas que me estremezco de placer y a veces me cuesta conciliar el sueño, pues la emoción me desborda y la mente, por su causa, elucubra sin descanso. La vida es intensa y hermosa, pese a vaivenes y zarpazos. La madurez es un tesoro que regala una conciencia más certera y sutil.

«La perfección de la percepción nos descubre los mejores sabores de lo inefable».

Jorge Marugán

«February», mi próximo libro

17 julio 2015

Hace un año comencé a acariciar la idea de escribir un libro en otro idioma. Llevaba un tiempo leyendo exclusivamente en inglés; las palabras fluían con más soltura y apenas precisaba ya del auxilio del diccionario. Ni era ni soy bilingue; de hecho, actualizar mi blog en inglés me exigía tal esfuerzo que deseché el proyecto por descabellado. Sin embargo, el runrún de esta aspiración mía me perseguía allá donde iba; consideraba la posibilidad para rechazarla poco después y me sumergía así en la locura. En noviembre, después de una breve estancia en USA, hice un primer intento que ni salió mal ni bien. Tiré la toalla y me sumí en una depresión que me afligió hasta que retomé el mPortadacentroanuscrito; le di un nuevo comienzo, encontré por fin el tono y aquel amasijo de palabras se convirtió en «February». Seguía sin decidirme, pero ya no me atraía leer en español; el castellano, aun siendo hermoso, había dejado de seducirme en tanto que la literatura norteamericana me hipnotizaba. Traté de traducir aquel amago de libro al español; las palabras carecían de fuerza y la historia, en mi lengua materna, resultaba insulsa. Finalmente, tras el e-mail de una buena lectora bilingue, me lancé a ello. Durante el mes de junio avancé tanto que me aferré al texto, pese a lo trabajoso del empeño; mi portátil, con sus continuos achaques, contribuía poco a mis afanes. Se me ocurrió entonces financiar «February» a través de una plataforma norteamericana de Crowdfunding especializaba en libros. Allí lancé mi campaña hace unos días.

Para sacar adelante este libro, necesito apoyos; os ruego compartáis el enlace con cuantos les apetezca participar en esta empresa o lean con asiduidad en inglés.

P.D.: La portada es hermosísima, ¿verdad? Es obra de una conocida blogger, ByPils , quien entendió mi idea a la primera y superó con creces mis expectativas. El hagstag de «February» es #Februarysunlight y podéis seguir todas las novedades a través de Twitter y Facebook.